Muchas son las conversaciones que se mantienen a lo largo del día con la familia. Desde un simple “buenos días” hasta hablar sobre una noticia vista en la tele. Pero, ¿de verdad existe comunicación en los hogares? ¿Saben hablar los miembros de un núcleo que pasan tantas horas juntos?
La doctora en Pedagogía de la Universidad de Santiago de Compostela, Julia María Crespo, aporta las bases para construir una comunicación positiva en la familia. Dominar buenas estrategias en este terreno permitirá construir con los hijos, pareja y otros parientes dentro del hogar unas buenas relaciones afectivas, algo para lo que será vital tener en cuenta todos los puntos de vista de los miembros de este núcleo.
Mucho más que una convivencia
Julia María Crespo sugiere pensar en la familia como algo más que un grupo de personas que conviven. Hay que imaginar a todas las personas como parte de un engranaje. Toda relación dentro del hogar servirá para que esta maquinaria se ponga en marcha. Por tanto, si existe un buen vínculo entre todos ellos, el clima dentro del hogar será mucho mejor.
La creación de estos espacios de convivencia servirá para que los distintos miembros de la familia puedan desarrollarse a nivel persona. En especial, los niños se sentirán identificados con este núcleo y esta sensación de pertenencia le permitirá poder compartir sus problemas cuando lleguen y pedir ayuda en los momentos más difíciles para él.
¿Cómo se consigue alcanzar este estado? A través de la comunicación y el diálogo, procesos de carácter horizontal en el que los actores intercambian de forma constante sus papeles, de forma que el emisor se convierte en receptor y viceversa durante el transcurso de una conversación.
La finalidad de este proceso es el conocimiento mutuo y la creación de un espacio común de comprensión. Este espacio común facilita las relaciones de auténtica comunicación en la medida en que se amplía el conocimiento de las esferas personales de los sujetos participantes.
Construir un buen modelo comunicativo
En esta publicación, la doctora Julia María Crespo ofrece las siguientes pautas para construir un buen espacio de comunicación en el seno familiar:
- Valorar las opiniones de forma que la familia pueda realizar una toma conjunta de decisiones utilizando el diálogo y la puesta en común de todos los puntos de vista.
- Desarrollar habilidades asertivas. Destrezas que incluyen desde el dominio de la expresión en positivo de nuestras impresiones sobre las acciones o pensamientos de otra persona y, además, abarca la coherencia del discurso.
- Cuidar algo más que las palabras. Atender al gesto, a la postura, a todos esos elementos del lenguaje no verbal que, algunas veces, lo contradicen y generan situaciones de ambigüedad en la comprensión del mensaje.
- Uso adecuado de los espacios y los tiempos de comunicación. Hay que saber elegir los momentos y las situaciones. El tiempo y el espacio son elementos que pueden ayudar o entorpecer la comunicación dependiendo de la pericia que demostremos en su utilización.
Y tu, ¿Cómo te comunicas con tu familia?
Por: Damián Montero | Vía: hacerfamilia.com