Muchos padres se sienten atrapados en patrones negativos al relacionarse con sus hijos. Se enfrentan a las mismas discusiones día tras día, lo que provoca que cada vez se forme más distancia y menos confianza en la relación. 

Todos los padres cometen errores de vez en cuando. Los cinco más comunes y que te recomendamos puedas evitar, son: 

  • Culparse mutuamente por el comportamiento de sus hijos. 
  • Avergonzar, criticar y regañar a sus hijos.
  • Confiar demasiado en los castigos.
  • Dictar reglas sin discutirlas antes. 
  • Modelar comportamientos impulsivos o irrespetuosos.

El secreto es reiniciar el estilo de comunicación familiar

La habilidad más poderosa para fortalecer y mejorar las relaciones familiares es la comunicación saludable. La calidad de la comunicación de los padres determina en última instancia el éxito de su crianza y la felicidad de sus hijos. 

Los tres elementos esenciales para una comunicación familiar saludable: 

Escucha

Los padres que no saben escuchar tienen más probabilidades de tener hijos desafiantes o ansiosos. Escuchar es curativo, puesto que es la base de casi todas las terapias de conversación. Los niños que sienten que sus padres son oyentes comprometidos desarrollan un sentido positivo de sí mismos y confían más en sus padres. 

Convivencia

Moderar la convivencia positiva, es parte vital, por ejemplo cuando los padres se faltan al respeto entre ellos o a sus hijos, están entrenándolos para que no los respeten a ellos, a sus hermanos, a sus compañeros o a los maestros y que sean normalizadas dichas faltas de respeto.  

Palabras

La elección de las palabras por parte de los padres tiene un efecto poderoso en los niños. Nunca debe estar permitido que los miembros de la familia abusen unos de otros verbal, psicológica o físicamente. Evita el lenguaje degradante o desmoralizador. El lenguaje crudo o hiriente daña su autoestima. 

Cambia tus hábitos familiares

Define un cambio en los hábitos de comunicación de tu familia; éstos son cuatro pilares que podrías trabajar. 

Unión de los padres

Mejorar la comunicación entre tú y tu pareja es algo fundamental, discutan las decisiones de crianza antes de incluir a sus hijos. Resuelvan sus conflictos en privado y trabajen en equipo. 

Reuniones familiares

Mantén reuniones familiares en un momento en que todos estén bien descansados ​​y relajados. Usa tales reuniones para establecer reglas y rutinas familiares. Deja que todos tengan una parte igual del tiempo para conversar y agradece el tiempo con ellos. 

Refuerzo positivo

Los padres tienden a ser demasiado exigentes y a veces ignoran las mejoras en el comportamiento. Elogia las elecciones positivas de tus hijos, reconoce su esfuerzo como, “Me gusta la forma en que me lo dijiste” o “Aprecio que me lo hayas dicho” para hacerle saber que está haciendo algo bien. 

Actividades familiares saludables

Deja a un lado tu teléfono celular, desconéctate del trabajo y el estrés puesto que toda familia necesita tiempo de calidad y actividades saludables que disfrutar en conjunto.

¡Debajo te dejamos ejemplos!

  • Actividades físicas: como andar en bicicleta, correr, caminar, pasear a las mascotas, jugar algún deporte, etc. 
  • Actividades creativas: como ir a un museo, galería, al cine, pintar, recortar, ir a un concierto, a un partido u obra de teatro, entre muchas más.  
  • Actividades intelectuales: como asistir a una conferencia, jugar ajedrez, leer una novela o un libro juntos.
  • Actividades espirituales: como practicar meditación.
  • Actividades altruistas: como ser voluntario en organizaciones vecinales o participar en campañas de donación.

Deberás ser más paciente, atento y reflexivo porque absolutamente todo vale la pena siempre que se trate de tus pequeños. 

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