Juegos para pasar la cuarentena en casa

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“¡Veo, veo”, era la invitación. “¿Qué ves?”, respondía quien aceptaba el desafío. Sin dudas, el “Veo, Veo” fue uno de los juegos más simples y compartidos en casa, en las horas de recreos, incluso en las horas libres de quienes vivieron su adolescencia hasta el inicio de este milenio. Esa propuesta de seguir con detenimiento el entorno del desafiante hasta lograr descubrir qué vio podía entretener a grandes y chicos durante horas. Y a ese juego se unían quienes deseaban ser parte del desafío que terminaría en una respuesta tan simple y detallista como “el botón verde del saco de ese señor”, por ejemplo. Y las risas eran el broche de oro.

Volver a ellos, sacar el polvo a los juegos de mesa guardados en el galpón o en la vieja habitación de la casa materna puede convertirse en una interesante propuesta para pasar los días de cuarentena y, sobre todo, para reencontrarse con aquellos años en los que el juego era lo más importante.

Esa es una idea. Otra bien distinta es crear nuevos juegos: cortar papeles, cartones, sacar las temperas y tijeras de las cartucheras escolares y enchastrase los dedos mientras se deja correr la imaginación.

El mundo vive una situación histórica especial: se le da pelea al COVID-19, una pandemia que obliga a la gente a permanecer encerrados en sus casas, con comercios cerrados, clases suspendidas y calles vacías. En ese contexto Paola Taragán, licenciada en Psicopedagogía y docente de Nivel Inicial, propone realizar, descubrir y volver a encontrarse con juegos para que los grandes puedan compartirlos con los chicos y adolescentes de la familia durante los días de cuarentena total.

Para ello, creó el perfil @jueguemosencasa en el que brinda algunas ideas para entretener a los pequeños: “Desde la idea de construir se pueden usar latas, maderas, cartones, armar y desarmar o encastrar; esto es lo que más le gusta a los niños. Mi idea es que los elementos que usen para jugar sean los cotidianos, los que están en casa”, aseguró la especialista a Infobae.

“En momentos como este, la propuesta es volver a los viejos juegos, a lo esencial en donde podemos disfrutar y compartir en familia, y jugar es una buena manera para que tratar de pasar lo mejor posible este momento”, aseguró.

¿A qué podemos jugar?

Infobae presenta un listado detallado de opciones para que los más chicos jueguen entre sí, para adolescentes, para que jueguen con sus padres y para compartir entre toda la familia.

La búsqueda del tesoro: Este juego consiste en esconder un objeto en cualquier parte de la casa, la cual será dibujada a modo de plano en una hoja. La persona que haya escondido el objeto comenzará a dar pistas y acertijos para que los demás puedan descubrir dónde está el tesoro. El plano servirá para marcar los espacios de la casa en los que ya se buscó.

Adivinar el personaje: Es un juego ideal para varias personas ya que una será quien piense en un personaje y el resto deben adivinarlo haciendo preguntas que se responderán por sí o no.

Palabras encadenadas: Este juego fue un clásico de campamentos estudiantiles y viajes en coche al que puede jugarse muy bien en casa y pueden participar varias personas de todas las edades. El objetivo es unir palabras desde la última sílaba y lograr otra. Por ejemplo: la primera persona dice “caracol” y quien sigue dice “cola”. Que puede seguir así: lagarto – tomate – televisor – sorpresa… y así sucesivamente.

Veo, veo: Otro de los juegos clásicos en el que puede pasarse horas jugándolo. Consiste en que una persona mira y memoriza un objeto dentro del entorno en el que están quienes participen. Quien comienza el juego dirá: veo, veo. Quien acepte el juego preguntará: ¿Qué ves? a lo que se le responderá “una cosa maravillosa” y llegará la primera consulta: ¿de qué color?… Y allí comenzarán a nombrar cada una de las cosas de ese color hasta acertar o darse por vencido. En este último caso quien comenzó el desafío dirá qué vio y tiene derecho a seguir encabezando el próximo veo veo.

Convertir 4 cuadrados en 3 en solo 3 pasos: Para esto solo se necesitan 12 palillos o fósforos para intentarlo.

Ta Te Ti en papel: En un papel se hacen dos líneas horizontales y dos verticales, formando una cuadrícula de 9 espacios. Por turnos, cada jugador debe poner una X o un O, intentando hacer una línea vertical, horizontal o diagonal. Este juego puede encontrarse en cajas y en aplicaciones. También se puede hacer un tablero de Ta Te Ti en un cartón y jugar con botones de diferente color.

Tutti frutti: Consiste en tomar una hoja y separarla en columnas en las que se escribirán distintas opciones a completar. Por ejemplo: nombres propios, países, capitales, animales, flores, comida, etc. Quien comience el juego pronunciará la letra A en voz alta, y seguirá con el abecedario de manera interna, la persona sentada a su derecha le dirá “basta” para que quien arrancó diga la letra a la que llegó. Con esa letra, por ejemplo L, se debe completar cada una de las columnas.

Comecocos: Solo hace falta una hoja A4. A esa hoja hay que doblarla por el extremo superior derecho y juntarlo con el borde izquierdo para que quede un triángulo. El papel sobrante se corta. Luego se abre el triángulo se vuelve a doblar. Al abrir el papel se verá cómo quedarán marcadas las diagonales del cuadrado. En esas líneas se realizan nuevos pliegues para finalmente comenzar a doblarlo una vez dado vuelta. En cada una de las pestañas se escriben consignas que serán descubiertas cuando la otra persona diga un número y pida levantarla. En ese juego hay tantas variantes como la imaginación lo permita y a diferencia de otros es para divertirse y no para ganar o perder.

Dominó: El dominó es un juego muy competitivo lleno de estrategia y táctica. Por eso, aunque es una diversión principalmente concebida para niños, también los adultos lo practican mucho. Un pasatiempo en el que objetivo es colocar todas sus fichas en el centro de la mesa. El primero que lo consiga, ganará la partida.

Generala: Este es un juego de dados para el que se necesitan 5 dados y un cubilete; el número de jugadores es ilimitado, pero lo ideal es que sean entre 3 y 5. El objetivo del juego es lograr la mayor puntuación, de acuerdo a la valoración establecida para cada jugada posible en el juego, llamada categoría. Los puntos serán la suma de los dados que queden para arriba.

Dados: Farkle es un juego de dados de origen anglosajón que se juega con 6 dados. Es similar a la generala, pero se juega con un dado más. El fin del juego es lanzar los dados, formar combinaciones, y acumular puntos hasta obtener la victoria. Cuando es su turno de jugar, usted continúa lanzando los dados hasta que usted decida parar o sea forzado a ello.

Las bolitas o canicas: Sin dudas es uno de los grandes entretenimientos de parques, calles, casas, patios o recreos que seguramente jugaron padres y abuelos. Participan dos o más jugadores que dispongan de una cantidad de bolas de vidrio (las clásicas o buscar similar) y un hoyo que puede hacer en un jardín o marcarlo en el piso. El juego consiste en tratar de golpear la canica rival para conseguir que termine en el hoyo, previamente construido, para ganarle la esfera.

Desafío de Yo-Yo: Fue uno de los juegos que copó bolsillos de niños y adolescentes de la década del 90. Consiste en sostener el yoyo con la mano no dominante con el dedo índice a través de éste. Ese hilo se enrolla alrededor del yoyo y del dedo una vez. Luego, se enrolla la cuerda dos o tres veces “por debajo” del dedo creando un nudo. Luego se mueve la mano para que el Yoyo suba y baje. Esa es una de las variedades, otras son hacer formas en el aire con él.

El balero: Consiste en una bocha hueca atada con un hilo a una varilla de madera. El juego implica empujar la bola hacia arriba para embocarla justo sobre el palito. Es un juego que parece muy simple pero que tiene sus trucos, y que además requiere de mucha paciencia y concentración. Gana quien logra embocar el balero en menos intentos.

La payana: Lo sencillo hizo de este juego uno de los preferidos de nuestros abuelos y todavía lo es de quienes aceptan divertirse con él. Para jugarlo solo se necesitan cinco piedras chicas y habilidad con las manos. Puede jugarse solo o con amigos. Cómo se juega: hay que tirar una piedra hacia arriba y juntar las restantes con la misma mano antes de que la primera caiga al piso. También se pueden usar dados o pelotas para jugar.

La hora de construir y hacer manualidades

Construir ciudades: Las cajas de remedios de los abuelos, de lápices, pedazos de cartulinas o cartones son ideales para darles formas de edificios, plazas, etc. y hacer una maqueta de la ciudad, del barrio o de nuestra manzana. Simplemente hay que cortar, dar forma, pegar y pintar.

Pescar objetos: se necesitará una fuente, palangana o fuentón con un poco de agua en la que se tirarán tapas de gaseosas que serán atrapadas con palillos de brochete, por ejemplo.

Construcción con ladrillos plásticos: se trata de un juego de encastre con ladrillos plásticos con los que se hará todo lo que la imaginación permita.

Brazaletes de héroes y heroínas: un poco de tela y buenos deseos. “Si tuvieras súper poderes ¿qué harías?”, pregunta la psicopedagoga Paola Taragán en su cuenta @juguemosencasa creada para dar consejos de juegos durante la cuarentena. “Es un buen momento para hacer volar la imaginación y poner nuestra mente en positivo”, asegura y propone confeccionar con los chicos brazaletes con cartulinas, rollos de papel y decorar con papeles de colores para luego jugar a los super poderes. Edad sugerida a partir de los 3 años.

Títeres con medias: Las medias viejas o aquellas cuya compañera desapareció son las indicadas para convertirse en otra cosa. Lo único que hay que hacer es ponerse la media en la mano, buscar botones para convertirlos en ojos, algún hilo que haga de labios y el resto es imaginación para construir a el personaje. También se le puede dibujar la cara con fibras.

Juego de dramatizaciones

La psicopedagoga recomienda los juegos de dramatizaciones para que los menores de la familia se diviertan de otra manera. “Podemos jugar a que hay mozos para servir la comida, jugar a cocinar, escribir el menú. También se puede jugar a la jardinería, en casa de que haya jardin en casa o un balcón. El juego de la oficina en el que los más chicos imitan a sus padres que están trabajando desde sus casas, jugar a la compra-venta. Lo infaltable son los juegos de manualidades que ayudan a la motricidad fina”, recomendó la psicopedagoga.

Cambio de roles: Es un juego ideal para compartir en familia. Consiste en que cada miembro de la familia tome el rol (ropa, manera de hablar y la posición) del otro.

Disfrazarse: Pocas cosas disfrutan más los menores que disfrazarse. Lo pueden hacer con ropas prestadas, con la propia, pueden crear trajes junto a sus padres. Usar maquillaje, collares, cinturones. Y todo lo que la imaginación permita.

Sombras chinas: Este es uno de los juegos más legendarios y divertidos. Solo será necesario una vela o lámpara, un espacio vacío como una pared sin cuadros o una tela y las manos. Delante de la luz se harán formas con los dedos que serán proyectadas como sombras en la pared. Es ideal para que los más chicos disfruten y se sorprendan al ver las formas.

Adivinar la película: Basta que uno de los jugadores piense en una película, o escriba su nombre en un papel, para comenzar a jugar. Puede haber una pizarra en la que haga tantas líneas como palabras tenga en el nombre. Por ejemplo: “Joker” llevará una línea. Lo que sigue es que la persona dramatice o dibuje sobre ese filme. Se tomará el tiempo antes de que el oponente arriesgue el título. Si adivina gana sino pierde y suma unto el otro. Es ideal para jugarla en familia.

Karaoke: Bastará encontrar alguna aplicación o alguna pista en internet para comenzar a cantar. Gana quien se divierta más.

Leer cuentos: Un clásico que nunca falla, sobre todo antes de dormir. Y que representa un momento especial para no solamente incentivar la lectura a los más chicos sino para crear un momento en que el cuento pueda ser dramatizado y, por qué no, se le inventen otros finales.

Juegos de habilidades

Rompecabezas: Siempre hay uno guardado en alguna vieja caja. Los rompecabezas son uno de los juegos más versátiles que existen puesto que pueden ser simples con pocas piezas, generalmente 4 para los más chicos, y hasta miles de piezas, para los amantes de este juego.

Ajedrez: Es uno de los juegos de concentración y estrategia por excelencia en el cada jugador dispone de 16 piezas: 1 rey, 1 dama, 2 torres, 2 alfiles, 2 caballos y 8 peones. Un tablero, dos jugadores y 32 piezas es lo único que necesitarás para comenzar una partida. El objetivo del juego es dar jaque mate al otro rey.

Backgammon: Es un juego de tablero que se compone de 15 fichas para cada jugador, dos dados, un cubilete y un dado especial de apuestas. Los jugadores mueven sus fichas por el tablero según lo que indiquen los dados. Gana el jugador que lleve todas sus fichas a su cuadrante o tablero interno, y después sacarlas del tablero.

Batalla naval: Este es otro de los legendarios juegos de batallas en el que un jugador toma turnos para atacar al otro con el objetivo de hundir toda la flota del contrincante. Los jugadores deben atacar una vez por turno sin importar que haya sido un acierto o desacierto. Gana el primero que logre hundir todos los barcos del otro jugador.

Con algo de imaginación

Muchas veces con cosas que tenemos en la casa, podemos crear juegos fáciles y divertidos. Veamos.

Arañitas en su tela. Hay que tener en casa velcro y fieltro. Y con tijeras y creatividad se arma una telaraña gigante con el velcro y se pega a la pared. Con el fieltro se hacen arañitas para que los chicos puedan lanzar contra la pared y que estas queden pegadas. ¡Quién gana? El que consigue pegar en el centro de la telaraña la mayor cantidad de bichitos posibles.

Hacer tu propio rompecabezas. Dibujan los niños, pintan y se pega en una cartulina que se recorta. Luego, ¡a jugar!

Bowling casero. Con botellas de gaseosas y pelotas que tengas en casa (si son de tenis, mejor).

Plantar legumbres. Lo que se hace muchas veces en la escuela, entre algodones y papel secante.

Volver a los Collage. Con revistas viejas, papeles de colores y lo que queda en casa. Todo depende de la imaginación.

Aviones y flores de papel. Hay tutoriales para aprender a hacerlos con distintas formas. Luego, ¡a pintar!

“La idea de hacer juegos sencillos o que ellos mismos construyan es muy entretenido para los más chicos aunque no está mal darles el espacio para los juegos electrónicos, si ya están acostumbrados a ellos”, recomienda.

En tanto para los adolescentes puede ser más complicado sacarlo de su mundo. Para ellos sugiere “hacerlos participar de juegos de la casa, pero también puede ser el momento ideal para el orden, para renovar la habitación, acomodar el placard, sacar esa ropa que ya no se usa. Ellos no perderán sus contactos con el afuera, pero esa es una manera de que se entretengan en casa”, finalizó Taragán.

Las opciones para compartir los días de juego pueden ser muchas más, incluidos los virtuales, online y todos los típicos juegos de mesa.

Por Fernanda Jara vía infobae

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