- De acuerdo con el Informe Mundial sobre drogas 2023 de la ONU, La educación es uno de los factores más efectivos para reducir el riesgo de adicciones.
- Jóvenes con acceso a una educación completa tienen un 40% menos de probabilidades de generar alguna dependencia a sustancias nocivas, en comparación con aquellos que no completan su educación.
Ciudad de México, a 26 de agosto del 2024.- Las escuelas proporcionan un entorno seguro donde niñas, niños y adolescentes pueden aprender y desarrollarse personal y socialmente, alejándose de situaciones que puedan inducir al consumo de alcohol y tabaco. Las interacciones con compañeros y maestros actúan como un sistema de apoyo que reduce la influencia de factores que podrían llevar a las adicciones.
El regreso a clases es fundamental para establecer una rutina diaria que mantiene a las juventudes ocupadas y enfocadas en actividades positivas. Esta estructura limita el tiempo libre que podría ser utilizado para conductas de riesgo. Además, las y los jóvenes que permanecen en la escuela tienen mayor acceso a información sobre los riesgos que conllevan las adicciones a temprana edad.
Según el Informe Mundial sobre Drogas 2023 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la educación es uno de los factores más efectivos para reducir el riesgo de adicciones, ya que proporciona a los jóvenes mayores oportunidades de empleo y desarrollo personal. Además, la participación en actividades extracurriculares, como deportes y artes, también juega un papel crucial en la prevención. De acuerdo con la Secretaría de Educación Pública (SEP), los jóvenes que participan en estas actividades tienen un 50% menos de probabilidades de involucrarse en el consumo de alcohol y tabaco.
Estudios de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), muestran que jóvenes con acceso a una educación completa tienen un 40% menos de probabilidades de generar alguna dependencia a sustancias nocivas, en comparación con aquellos que no completan su educación. Así mismo, la educación juega un papel crucial en la promoción de la salud mental, lo que puede prevenir el consumo de sustancias como un mecanismo de escape ante situaciones de estrés o problemas emocionales..
El regreso a clases no sólo marca el inicio de un nuevo ciclo escolar, sino que también es un momento esencial para reforzar valores, conocimientos y habilidades que protegen a las infancias y juventudes contra las adicciones. Involucrar a las y los profesores en conversaciones abiertas con sus alumnas y alumnos sobre los peligros del consumo de tabaco y alcohol así como de la importancia de la educación para su futuro es fundamental.