• 56.8% de los adolescentes en México vive con alguna persona que bebe alcohol.
  • 10.6% de los estudiantes de secundaria y bachillerato en México perciben que su papá tiene un consumo problemático de alcohol: Encuesta Nacional de Consumo de Drogas en Estudiantes.
  • El ejemplo y la comunicación con las y los padres de familia es un elemento fundamental para alejar a los menores de edad del consumo de alcohol y tabaco.

Ciudad de México, a 26 de febrero de 2024. En el marco de la campaña “No Está Chido”, el Consejo de la Comunicación realizó el panel “Entorno familiar. Consecuencias del consumo de sustancias entre niñas, niños y adolescentes”, con la participación de la Dra. Raquel Mondragón Gómez, integrante de la Facultad de Psicología de la UNAM; y de la Dra. María Elena Medina Mora, Directora de la Facultad de Psicología de la UNAM. Esto con el objetivo de visibilizar la importancia de que los padres de familia tengan conocimiento y herramientas para brindar un entorno sano a sus hijos, que les ayude a evitar el consumo de alcohol y tabaco.

Durante su intervención la Dra. Raquel Mondragón Gómez, destacó que está comprobado que los hijos observan, perciben y aprenden de las conductas de consumo de alcohol de sus padres, y dio a conocer que 56.8% reportan que viven con una persona que bebe alcohol siendo el padre (38.8%) el principal consumidor, seguido de ambos padres (24.5%), madre (13.7%), y hermanos (10.8%).

Reveló que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas en Estudiantes (ENCODE) realizada en 2022, 10.6% de los estudiantes de secundaria y bachillerato perciben que su papá tiene un consumo problemático de alcohol; es decir, consumen 5 copas o más.

La Dra. Mondragón indicó que el consumo parental problemático de alcohol trae graves consecuencias en la salud mental y física para las niñas, niños y adolescentes, quienes tienden a padecer mayor ansiedad, depresión, problemas de conducta, crianza, maltrato y negligencia, y a su vez, mayor consumo de alcohol, en comparación con hogares en donde no se presenta esta situación.

Por su parte, la Dra. María Elena Medina Mora resaltó que el mayor índice de abuso se presenta entre los 15 y 19 años; sin embargo, en esta edad el cerebro aún se encuentra en desarrollo, y esto puede traer consecuencias profundas y a largo plazo, como aumentar la intensidad de problemas de conducta, afectar el rendimiento escolar, facilitar el abandono escolar, relacionarse con amistades problemáticas, presentar conductas como robo e intoxicación.

Las expertas coincidieron en que la conducta de los padres de familia sobre el consumo alcohol debe estar orientada al consumo moderado, así como a tener un mayor involucramiento positivo con los menores, como puede ser hablar con ellos sobre los peligros del consumo de alcohol; ser modelos a seguir y evitar que el alcohol esté disponible en casa; involucrarse con sus amistades; mantener rutinas de comunicación sobre diversos temas; supervisar las reuniones y fiestas en las que están sus hijos para asegurarse que no haya alcohol;  y, fomentar la participación de sus hijos en actividades motivantes y saludables que no involucren el uso del alcohol, como las que promueve la campaña “No está chido”.

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