LOS MEJORES DEPORTES INFANTILES POR EDAD

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El deporte mejora la vida del niño tanto a nivel físico como mental, anímale a practicarlo porque tiene muchas ventajas.

¿Buscas una actividad deportiva para tu hijo? Lo primero es hablar con él despacio y en profundidad. Él tiene que ser quien decida qué deporte quiere practicar porque debe ser una diversión. Tú puedes ayudarle a descubrir las ventajas e inconvenientes de las distintas opciones, aconsejarle en función de sus habilidades y sus gustos… pero, finalmente él tiene que ser quien se sienta satisfecho con su elección. Tampoco tiene importancia que pruebe varios o haga un poco de todo. No se trata de crear un profesional del deporte, sino de que haga ejercicio físico.

Pero si es especialmente hábil o tiene voluntad de mejorar, ponte en contacto con un profesional que os aconseje la forma más adecuada de progresar para su edad, teniendo en cuenta que la carrera deportiva exige un gran esfuerzo tanto físico como psicológico y no siempre es aconsejable para un niño. Y si pasa a la competición, nunca olvides que cuando el deporte se convierte en algo cuyo único objetivo es la victoria, éste dejará de ser divertido y perderá muchas de sus ventajas. Aquí te señalamos las principales de acuerdo al deporte practicado.

Los deportes y la edad del niño

1. Artes marciales: judo o kárate. Favorecen la coordinación de movimientos. Son actividades progresivas que se adaptan fácilmente a cada niño, por lo que se pueden empezar muy temprano, alrededor de los cuatro años.

2. Natación. Es el deporte por excelencia, mejora la coordinación y la resistencia y, además, es muy aconsejable para corregir problemas posturales como la escoliosis. Otra ventaja es que puede iniciarse desde bebé.

3. Ciclismo. El niño comenzará a pedalear y mostrar un poco de equilibrio en torno a los 3 años y podrás ir enseñándole a montar en bici. Hacia los cinco años, se desprenderá de los ruedines, un momento perfecto para aficionarle a los largos paseos. El ciclismo es un deporte estupendo para compartir en familia.

4. Tenis o paddle. Proporciona resistencia y potencia, a la vez que favorece la coordinación visomanual. Es un deporte técnicamente exigente que puede iniciarse entre los 4 y los 6 años, dependiendo del desarrollo psicomotor del niño pero siempre en pequeños grupos y con un monitor especializado.

5. Deportes de equipo. El fútbol, el baloncesto o el balonmano, entre otros, además de trabajar la forma física, la habilidad motora y la coordinación, le sirven al niño para relacionarse y aprender a cooperar con el grupo desarrollando estrategias de juego. Son muy aconsejables para cualquier niño, muy en especial para los hijos únicos o los que no tienen hermanos de su edad. El niño sacará ventajas de estos deportes en torno a los 7 años.

6. Esquí. En el terreno físico, mejora el equilibrio y fortalece la musculatura. En el terreno personal pone al niño en contacto con la naturaleza y puede practicarse en familia. Se puede iniciar siempre con monitor y en grupo hacia los 4 años.

7. Piragüismo. Requiere de gran resistencia física, por lo que está indicado para niños ya acostumbrados a la actividad física, a partir de los 10 o 12 años.

8. Gimnasia rítmica. Es un deporte progresivo que favorece, sobre todo, la flexibilidad, pero debe practicarse de manera moderada, ya que su exceso puede tener consecuencias indeseadas sobre un cuerpo que está aún en desarrollo. Se puede empezar en torno a los 6 años.

9. Patinaje. Desarrolla el equilibrio y la coordinación de movimientos. Si se practica como deporte, es una actividad exigente que requiere muchas horas de entrenamiento. Se puede iniciar en torno a los 8 años.

10. Esgrima. Desarrolla la coordinación, el equilibrio, la rapidez de respuesta y el autocontrol. Es un deporte muy técnico que requiere buena forma física y entrenamiento. A partir de los 8 años, el niño puede empezar a manejarse en la esgrima.
Muchas ventajas

¿Qué aporta la práctica del deporte al niño? Estos son los principales beneficios:

* Es bueno para la forma física: coordinación de movimientos, mayor resistencia y fortaleza, prevención de la obesidad, potenciación de la salud…
* Mejora la autoestima: más seguro de sí mismo y más luchador potenciando su capacidad de resistencia a la frustración y aumentando su tenacidad para alcanzar una meta deseada. También le ayuda a aceptar sus limitaciones.
* Ayuda a su socialización: le enseñan a cooperar con el grupo en busca de una meta común.
* Se convierte en una afición, que le ayuda a llenar gran parte de su tiempo de ocio de una forma sana, lo que es importantísimo de cara a la adolescencia para prevenir el acercamiento a las drogas y la bebida o, simplemente, el abuso de prácticas sedentarias como ver la televisión o jugar con la videoconsola.


¿Ya sabes que le gustaría practicar a tu hijo/a?

Por Ísar Monzón | Vía guiadelnino.com

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