¿Cómo mejorar mis calificaciones?

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No hay ninguna hada madrina que pueda convertir tus calificaciones de 7 a 10 por arte de magia: ¡tendrás que usar tu cerebro y determinación para hacerlo! Al trabajar duro con tus tareas y siguiendo nuestras prácticas técnicas y consejos de estudio, podrás mejorar tus calificaciones en poquísimo tiempo y de verdad darán un vuelco a tu año escolar.

Prepararte para el éxito

Presta atención en clase. Lo mejor que podrás hacer para mejorar tus calificaciones es concentrarte y prestar atención cuando te presenten la información por primera vez. Es más fácil perder la concentración cuando el profesor habla y habla sobre algo poco interesante, pero no deberás perder el hilo. Escucha realmente lo que diga y participa.

Toma notas. Quizá parezca bobo, pero las notas en realidad podrían ser excelentes para ayudarte a mejorar las calificaciones. Las notas buenas serán como un mapa cuando tengas que estudiar después. También le mostrarán a tu profesor que tomas en serio lo de mejorar en clase. No tendrás que anotar todo lo que diga el profesor: solo anota lo esencial. ¿Sabes cómo contarles a tus padres lo que te sucedió durante el día? Así deberás tomar notas. Solo incluye pinceladas anchas, pero para las cosas realmente importantes, escríbelas a mayor detalle.

  • Si sabes que algo te parece confuso o muy complejo, ¡anótalo también! Aunque no comprendas lo que diga el profesor, tendrás una nota que te dirá que tendrás que buscar más información sobre ese punto después.
  • Escribe tus notas a mano, en vez de hacerlo en una computadora. Te será más fácil recordarlas de esta manera.

Haz preguntas cuando no comprendas algo. Cuando no entiendes algún concepto o hecho que diga el profesor o que encuentres en los libros de texto, ¡no tengas temor de preguntar! Las personas inteligentes no saben todo instantáneamente, más bien tienen la curiosidad necesaria para preguntar y descubrir cuando no saben algo.

  • Si te pone nervioso preguntar algo frente a todo el mundo, también podrías hablar con tu profesor fuera de la hora de clase y pedirle ayuda o una explicación extra.
  • Tampoco deberás pensar que tu profesor se enfadará contigo si no entiendes. A los profesores les da mucho gusto cuando sus alumnos están tan interesados y dedicados que piden ayuda.
  • Si tu profesor no te lo explica de una manera que puedas comprender o si todavía te sientes incómodo, trata de buscar una explicación nueva en Internet. En YouTube, suele haber muchos videos sobre temas escolares comunes, pero también hay foros y otras páginas web que podrían tratar sobre tu pregunta y explicártela mejor.
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Repasa tu plan de estudios. Es probable que el profesor te haya dado uno al principio del año o semestre. El plan de estudios es una descripción general escrita de todas las materias que estudiarán durante el año escolar. Deberás repasarlo cuidadosamente y preguntarle a tu profesor cada vez que no entiendas algo. Junto con tus notas, será un excelente mapa para tu aprendizaje.

Come bocadillos durante todo el día. Quizá no te des cuenta, pero tus problemas de concentración quizá se deban ¡al hambre! Trata de comer un bocadillo pequeño y de beber agua entre clases para que tu cerebro pueda concentrarse y tener la mejor oportunidad de absorber el material.

  • Tu bocadillo deberá ser algo con proteínas, porque te dará la mayor cantidad de energía. Prueba los palitos de salame o un manojo de almendras o nueces de soya.

Trata de buscar alguna manera de trabajar con tu estilo de aprendizaje. Todos aprendemos de maneras diferentes. Algunos aprenden mejor cuando se mueven y usan su cuerpo. Algunos aprenden mejor con muchas imágenes y visuales. Algunos aprenden mejor cuando escuchan por ejemplo palabras y música. Piensa en qué te ayuda a recordar más las cosas y luego busca maneras de adaptarlo a la manera en que aprendes el material del curso.

  • Por ejemplo, si eres aprendiz auditivo (alguien que aprende mejor con sonidos), pregúntale a tu profesor si puedes grabar las clases para volverlas a escuchar después.
  • Si no conoces tu estilo de aprendizaje, podrás podrás analizar las experiencias de tu propio salón de clases.
  • Si eres aprendiz visual, dibuja algunas tablas o redes que representen visualmente la información que necesitas aprender y la manera en que las ideas están conectadas.


Estudiar eficientemente

Empieza a estudiar inmediatamente. ¡No lo dejes para después! Esperar a fin del semestre para estudiar o, peor, estudiar todo la noche anterior al examen solo te destinará a las calificaciones bajas. Tu cerebro no tendrá el tiempo suficiente para comprender realmente el material y almacenarlo.

  • Estudiar todo apresuradamente hará que recuerdes las cosas incorrectamente o no lo hagas en absoluto. Fundamentalmente, tendrás que separar un tiempo durante todas las noches para repasar el material de la semana anterior y asegurarte de recordar y comprenderlo todo.
  • Es decir, cuando estudies para un examen, lo único que tendrás que hacer es un repaso rápido.
  • Trata de repasar el material antiguo al máximo para que te ayude a solidificar las ideas en tu mente.

Repasa tus notas. Tener buenas notas te permitirá repasar rápidamente el material y refrescar tu memoria. Si no pudiste entender algo la primera vez, tus notas serán como un mapa que te ayudará a encontrar la información que necesitas. Organiza tus notas por tema y repasa un tema y luego otro, uno por uno.

  • A veces, ciertos temas relacionados se tratan en momentos diferentes del año. Quizá tengas que acoplar información que hayas aprendido en setiembre con la información de enero para poder tener un buen panorama de las cosas.

Crea una guía de estudio. A veces, el profesor podría darte una guía de estudio, pero si no, deberás crearla tú mismo. En una guía de estudio se separa la información que podría estar en el examen y luego se enumera los hechos e ideas más importantes. Normalmente sirven para prepararse para los exámenes, pero también sirven para mantenerse al día con las materias regulares. Créate una para ti mismo cada vez que termines alguna unidad y verás que estarás preparado para todo lo que el profesor pueda preguntar.

  • Haz tarjetas de estudio. Las tarjetas de estudio son como guías de estudio pequeñas en donde en cada una hay un solo concepto o serie de hechos. Podrás estudiarlas como si fueran fichas, de 2 a 3 por día, que contengan el material visto las semanas anteriores para que se mantengan frescas en tu mente.

Haz un muro de estudio. ¿Alguna vez has visto un mapa mental? En este se escribe una idea en una tarjeta y se pone en un muro, luego tendrás que relacionar otras tarjetas con ideas similares en la primera. ¡Podrás hacerlo también para estudiar! Haz tablas, gráficos y escribe descripciones en trozos de papel o tarjetas, luego organízalas pegándolas en tu muro. Estudia en tu muro cuando sea la hora del examen, podrás recordar en dónde estaba la información que necesitas en tu muro y ¡te será muchísimo más fácil recordarla!

Haz uso de las técnicas de memorización. Quizá tengas que memorizar un poco al menos la información que no puedas recordar fácilmente. Las personas memorizan mejor o peor dependiendo de la técnica, así que quizá tengas que experimentar un poco. Lo más importante es recordar que debes empezar el proceso temprano y dedicarle mucho tiempo para que tu cerebro tenga el tiempo y la experiencia necesarios para asimilar bien. Puedes probar las siguientes técnicas de memorización:

  • Trabaja solamente con secciones pequeñas por vez. Cuando tengas que memorizarte listas (como palabras de vocabulario, nombres de lugares o grupos de personas), nunca trabajes con más de cinco ítems por vez. Memorízate bien esos cinco ítems antes de proseguir a los cinco siguientes. Si tratas de memorizarte todo de una sola vez, te costará muchísimo.
  • Haz uso de la mnemónica. La mnemónica se da cuando se usan acrónimos u otras claves para recordar listas o conceptos. Por ejemplo: “Memoria Necesita Estrategias Metódicas Objetivas para Nutrir Infinitamente su Capacidad” es un mnemónico para deletrear la palabra “mnemónico”. Busca si en lo que estudias hay algún mnemónico o ¡invéntalos tú mismo!
  • Haz uso de fichas. Las fichas son útiles para estudiar palabras de vocabulario o por ejemplo fechas. Escribe alguna pregunta o palabra en un lado de la ficha y la respuesta o definición en la otra.

Toma descansos efectivos. Tu estudio será más efectivo si lo alternas con periodos de descanso mental. El MIT recomienda 50 minutos de estudio o trabajo seguido por 10 minutos de descanso. También recomienda usar este tiempo para, por ejemplo, comer o hacer unos cuantos minutos de ejercicios, ya que estas actividades harán que el cerebro retenga su agudeza y productividad.

Asegúrate de tener un buen ambiente para estudiar. Tendrás que tener un ambiente productivo para estudiar. Dicho ambiente no tendrá que tener ninguna distracción, así que ¡apaga el celular! Tendrás que enfocarte de verdad, porque cada vez que uno se distrae, según los estudios, se pierden 25 minutos para tratar de recuperar el ritmo.

  • A veces, si eres creativo, podrás encontrar un lugar tranquilo en una casa ajetreada: prueba el sótano o el baño. Si tu casa no sirve para estudiar, prueba ir a la biblioteca o a una cafetería.
  • Muchas veces, nos decimos que necesitamos ciertas cosas como la televisión y la música para que nos ayude a concentrarnos cuando en realidad solo queremos justificar una distracción. Si eres uno de los 30% de aprendices auditivos, tu aprendizaje será más productivo si dices la información en voz alta, en vez de si tratas de aprenderla en medio de otros sonidos que compiten por recibir tu atención.


Sobresalir en los trabajos

Come correctamente y duerme lo suficiente. Comer deficientemente dificultará el funcionamiento del cerebro, porque no tendrá las herramientas que necesita. Y lo mismo se puede decir del sueño. Los científicos ahora creen que cuando dormimos, nuestros cerebros eliminan toxinas y otros materiales peligrosos que nos impiden pensar con claridad.

  • Evita la comida chatarra, la azúcar y demasiada grasa. Deberás comer frutas, vegetales (el kale y la espinaca son buenas) y buenas fuentes de proteínas como pescado y nueces.

Mantente organizado. Mantén todo tu trabajo organizado en carpetas y archivadores, ten un calendario para las fechas de entrega. Mantenerse organizado así te ayudará a no olvidarte los trabajos ni los exámenes. También te ayudará a programar tus horas de estudios y de ocio de tal manera que tengas un equilibrio saludable.

  • Ser organizado se extiende también al espacio de trabajo. Deberás mantener los extras alejados de tu escritorio, sino podrían distraerte.

Empieza con lo que sabes. Cuando estudies, primero evalúa lo que sabes. Separa la información que sí sepas para que la repases al último minuto. Solo asegúrate de estar muy cómodo con el material y separa como mínimo un tiempo de repaso antes de entrar al examen. Una vez que lo separes, podrás enfocarte en dominar la información que no sepas o con la que no te sientas muy cómodo.

Prepárate para los exámenes. Cuando sepas que se acerca un examen, tendrás que ponerte en serio, dedicarle tiempo extra y centrarte en comprender bien el material. Conversa con tu profesor para que te dé consejos concretos extra para prepararte para el examen. Al menos deberás preguntarle el formato que tendrá el examen y cómo será el método de calificación.

  • Estudia para los exámenes en el salón de exámenes. Los aprendices visuales se beneficiarán muchísimo de esta técnica. Tu cerebro asociará los visuales del salón con el estudio realizado y con la información aprendida, lo cual hará que sea más fácil de recordar.
  • Sin embargo, algunos estudios afirman que cambiarse de salones ayuda a recordar mejor la información. Sin embargo, esta técnica distrae demasiado, así que empléala con cuidado y si no parece funcionarte, deja de usarla.
  • Toma un examen de prueba. Los exámenes de práctica ayudan a superar la ansiedad del examen y te ayudarán a comprender lo que quizá veas en el examen real. Reúnete con un grupo de amigos y hagan varios exámenes de práctica. ¡Incluso podrías pedirle ayuda a tu profesor también!

Administra bien tu tiempo. La buena administración del tiempo será crucial para obtener buenas calificaciones en los trabajos y en los exámenes. Muchas veces sentimos que pasamos más tiempo estudiando de lo que en realidad hemos estudiado (por culpa de las distracciones) o sentimos que no debemos pasar más tiempo estudiando porque, en primer lugar, tenemos muy poco tiempo libre. Si recortas el tiempo de las actividades que en realidad no aportan nada a tu vida, tales como jugar Candy Crush o revisar Facebook, verás que tendrás más tiempo para estudiar y para relajarte también.

  • Prioriza realmente lo importante y estarás separando una buena cantidad de tiempo para estudiar sin darte cuenta.


Pedir ayuda extra

Pídele consejos a tu profesor. Si realmente te estás esforzando para mejorar tus calificaciones, pero no ves ningún progreso, procura hablar con tu profesor. Concierta una reunión después de clases o a la hora del almuerzo y explícale tu problema: que tratas de mejorar tus calificaciones, estudias más, tomas notas y otros métodos tradicionales, pero no te funciona. Quizá él o ella pueda entender mejor qué área te cuesta más y te ayude a encontrar alguna manera de superar el problema.

Pide créditos extra. Si trabajas muy duro en tus cursos y le has demostrado a tu profesor que realmente has cambiado tu enfoque de aprendizaje, deberás considerar la posibilidad de pedirle créditos extra o incluso un gran proyecto especial. Esto te ayudará a compensar tus bajas calificaciones anteriores y te ayudarán a terminar con un 10, ¡aunque hayas tenido un 6!

  • Asegúrate de explicarle todo lo que hayas probado para que sepa que hablas en serio. A muchos profesores no les gusta dar créditos extra, pero quizá se compadezcan si te ven realmente esforzándote para estar en un camino mejor.

Consigue un profesor privado. Si realmente te cuesta mucho, pídele a tu profesor o al centro de tutoría de la escuela que te ayude a encontrar un profesor particular. Conseguir uno no es admitir la derrota y no te hace un tonto: el profesor particular es una herramienta como un libro de código o un traductor. Todos no logran entender absolutamente todo y estarás tomando una decisión inteligente, porque estarás usando todas las armas de tu arsenal para derrotar aquello que no logras comprender.

Estudia en grupos. Cuando se estudia con otras personas, se aúnan todas las piezas diferentes de inteligencia y comprensión ¡para lograr un genio académico! Podrás comparar tus notas y hablar sobre la clase para asegurarte de que comprendes el material al máximo. Solo recuerda: tendrás que colaborar cuando trabajes con los demás, sino nadie querrá trabajar contigo.

Busca el contexto. A veces, cuando se lleva el aprendizaje a un ambiente envolvente o se hace de tal manera que verdaderamente uno ve lo que está aprendiendo, ayuda a aprender la información mucho mejor. Busca una manera de hacer que el curso sea real y busca el contexto de los hechos, así verás que te relacionarás con el material en una manera que desconocías.

  • Por ejemplo, ve al museo de historia a ver objetos reales que se usaban de verdad mientras aprendas historia. Otro ejemplo es hacer experimentos de ciencia en vez de leer sobre reacciones en los libros.

Busca herramientas en Internet. Hay muchas herramientas en línea que te explicarán el material que trates de aprender. Podrás buscar comunidades interesadas en el material que no comprendas o podrás visitar páginas web específicamente diseñadas para ayudarte. Solo recuerda que la idea no es que busques la respuesta para que la copies. Si de verdad quieres mejorar tus calificaciones, lo que deberás hacer es buscar a alguien que te ayude a comprender el material.


Consejos

  • Participa siempre en clase. De esta manera, si entiendes algo mal, el profesor podrá corregirte y quizá no vuelvas a equivocarte con ese error.
  • Obtén ayuda extra. Si tus padres están demasiado ocupados como para ayudarte y te cuesta mucho, no hagas las cosas más difíciles. Los profesores tienen ayuda extra al principio de las clases o después de ellas. Acude a ellos.
  • Asimila los conceptos leyendo, así tendrás una base. Practica bien las preguntas y memorízate las áreas de errores comunes. Mejora tu precisión constantemente y lograrás mejorar tus calificaciones.
  • Si tu profesor revisa una prueba o examen en clase, revísala también, porque quizá encuentres algún error que hayas hecho una o dos veces. Si no lo repasan en clase, hazlo en casa.
  • Si no puedes resolver una pregunta, pídele ayuda a algún amigo que conozca bien la materia o al profesor encargado de ella. Él o ella quizá te puedan ayudar con esa pregunta difícil en la que estás estancado.
  • Con las matemáticas, deberás tratar de usar una calculadora después de terminar todos los problemas para que veas si comprendiste casi todo el trabajo.
  • También, procura comprobar las respuestas en la parte trasera del libro de texto. Haz la tarea, luego comprueba las respuestas. Si ves que te has equivocado, regresa y vuelve a solucionarlo hasta que obtengas la respuesta correcta.
  • Conversa con tu profesor, porque su tarea es ayudarte.
  • Te recomendamos grabar tus notas y reproducirlas para ti mismo, luego trata de escribir todo lo que recuerdes. Esto te ayudará a ver cuánto te falta aprender y también te sentirás mucho mejor al ver todo lo que sí recuerdas.
  • Crea un grupo de estudio con tus compañeros.

Advertencias

  • No tires a la basura las cosas que necesites. Lo mejor será hablar con tu profesor sobre lo que deberás guardar o no.
  • No tomes la tarea ni el trabajo en clase a la ligera. Aunque te vaya bien en los exámenes, la calificación de las tareas podrían afectarte muchísimo.
  • Dependiendo de algunas clases, quizá sigas obteniendo buenas calificaciones en los exámenes, pero aun así podrías reprobar el curso (o simplemente aprobar el curso pero con calificación mínima).
  • El obtener 10 debe ser siempre una meta que tú te propongas. Si lo haces simplemente por exigencias de otros (como por ejemplo tus padres) te fatigarás por la presión y te frustrarás.

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Recuerda que consumir alcohol te puede provocar problemas en tu casa y escuela, ya que comienzas a desatender tus responsabilidades. Te traerá problemas con tus papás, tus hermanos, tus amigos, tu maestra y con tus compañeros de salón.

Vía wikihow.com

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