El popular dicho “mente sana en cuerpo sano” de la época romana, cobra ahora más sentido que nunca. Nuevos estudios han abordado estas cuestiones concluyendo que la duración y la intensidad de la actividad física pueden, sin lugar a dudas, mejorar nuestra agilidad cognitiva. Maren Schmidt-Kassow, profesora en el Instituto de Psicología Médica en la Universidad Goethe de Frankfurt, afirma que el efecto beneficioso probablemente responde al nivel de intensidad del ejercicio:
“Una actividad suave en intensidad implicará niveles de excitación psicológica bajos pero notables, lo que ayudará a preparar al cerebro para la entrada de nueva información y la codificación de dicha información en recuerdos”.
Afirma Maren Schmidt-Kassow
En cambio, un ejercicio demasiado enérgico puede estimular en exceso el cuerpo y el cerebro, monopolizando todas las fuentes de atención cerebrales y dejando poca energía para la creación de recuerdos sólidos. Por lo tanto, lo ideal es hacer ejercicio suave para mejorar la capacidad de aprender y recordar.
“El cuerpo es nuestro jardín, la voluntad es nuestro jardinero.”
-WILLIAM SHAKESPEARE-
Una mente saludable nos permitirá mejorar nuestro cuerpo
La salud tiene que ser integral y para ello no podemos desatender ninguno de los aspectos que forman el concepto de salud: física, emocional y mental.
Una persona que quiera cuidar su salud, necesitará una mentalidad fuerte y consistente para que el deporte pase a ser un hábito y encontrarse bien en todos los aspectos de su vida. El trabajo diario en esa fortaleza mental les hará tener más posibilidades de conseguir sus objetivos personales y profesionales.
Alcanzar un estado de bienestar y equilibrio mental nos ayuda a generar la energía necesaria para ser más estables en nuestros propósitos, siendo más fácil así conseguir un cuerpo saludable. La salud mental y la actitud son factores clave para una mayor resistencia, solidez y productividad.
Hacer una rutina de ejercicios mentales a primera hora de la mañana (en horas más tranquilas y silenciosas) es ideal para empezar a planificar el día y fortalecer el cerebro para aumentar nuestra agilidad mental. Numerosos estudios han demostrado que a mayor agilidad y estabilidad mental, más posibilidades hay de conseguir y mantener un cuerpo sano. Seguir incluso cuando creas que no puedes más, es lo que te hará diferente a los demás.
Hábitos para mantener una mente sana
¿Cuantas veces le echamos la culpa a la falta de tiempo para no empezar a cuidarnos? Es verdad que el frenético ritmo de vida que llevamos dificulta cuidarnos como debiéramos, pero tiene que convertirse en una obligación, como objetivo principal.
Para mantener una mente sana, el apoyo social y la capacidad de integrarse a un grupo con el que te identifiques, son básicos para mantener la salud mental. Para muchos neurocientíficos, el amor es una de las actividades más importantes de la mente, lo que implica, entre otras cosas, la comprensión intelectual y la disponibilidad emocional.
Otro de los hábitos más importantes es la actividad física, estimula la producción de sustancias que promueven el bienestar psicológico, como las endorfinas, hormonas relacionadas con la sensación de placer.
Para cultivar una mente sana, las mejores actividades que se pueden realizar son al aire libre, combinando la exposición a la luz solar con el contacto con la naturaleza.
Por último, dormir bien es esencial para mantener y equilibrar las funciones del cerebro. Durante el sueño, además de las áreas que estuvieron trabajando a lo largo del día, el cerebro tiene la oportunidad de activar otros campos que están subutilizados y que, según se cree, ayudan a equilibrar las funciones de la mente. Solo con una rutina diaria seremos capaces de motivarnos y lograr una salud global que se vea reflejada en nuestro bienestar.
El ejercicio no solo cambia al cuerpo, sino también la mente, actitud y el humor
Conociendo estos puntos cuéntanos… ¿Consideras tener una buena salud física y mental?
Por Fátima Servián Franco | Vía lamenteesmaravillosa.com